Vippo busca un espacio en las transferencias de beneficios sociales

Con más de 20.000 usuarios y de 1.500 comercios afiliados, Vippo se propone incrementar su presencia en el mercado de pagos electrónicos, aprovechando la persistente crisis de efectivo en el país.

La plataforma Vippo arrancó operaciones formalmente en 2016, justo cuando en Venezuela comenzaban los problemas derivados de la falta de billetes, resultado de un acelerado crecimiento de la inflación y de la incapacidad del Banco Central de Venezuela de emitir suficiente papel moneda y en altas denominaciones.

Este hito permitió un aumento en los niveles de bancarización en Venezuela a 73% al cierre de 2017, de acuerdo con la data de Global Findex del Banco Mundial.

El mayor uso de plataformas electrónicas y las dificultades de los bancos para llegar a la población no bancarizada, le da a Virtual Payments Platform Operator (Vippo), la posibilidad de crecer en un mercado en expansión.

Vippo es un medio de pago que permite la transacción sin necesidad de utilizar una cuenta bancaria.

El sistema funciona como una billetera virtual, por lo que solo requiere tener fondos disponibles al momento del pago del servicio, bien o consumo, lo que puede hacerse a través de cualquier teléfono celular, bien sea a través de la aplicación en sistemas operativos Android o iOS o de la mensajería de texto convencional. El dispositivo móvil funciona como un terminal de punto de venta.

Es un medio eficiente, rápido y cómodo que busca llegar a más comercios y usuarios. “La idea es estar preparados para ganar a no bancarizados que tengan confianza en colocar saldos (dinero) en Vippo», dice Miguel León, CEO de la empresa de desarrollos tecnológicos.

“Es una herramienta para programas de inclusión social” a considerar -por ejemplo- en planes de compra de medicamentos en farmacias, detalla León a Banca y Negocios.

La apuesta es a incursionar en el esquema de beneficios que puedan ofrecerse a la clase trabajadora, parecida a la ya existente con las tarjetas electrónicas, pero a través del teléfono celular y con una administración más ágil.

La empresa se aboca a ofrecer soluciones a los problemas más inmediatos que se presentan hoy en la economía venezolana. No solo apunta a los trabajadores, sino también a comunidades cerradas como la Universidad Católica Andrés Bello (se puede pagar en la feria de comida y otros comercios de esa casa de estudio),  o la Universidad Santa María y la Universidad Metropolitana, donde se puede cancelar la inscripción estudiantil con Vippo.

Pero también da respuesta a los estacionamientos, locales que ante la escasez de dinero en efectivo y la ausencia de puntos de venta en muchos de ellos, han sido obligados por las autoridades a colocar sistemas electrónicos de pago que permitan a los usuarios del servicio hacer frente a los constantes aumentos de precios, producto de la hiperinflación.

Vippo ya afilió a concesionarios de estacionamientos en el suroeste de Caracas y busca cerrar acuerdos con otros ubicados en distintas zonas de la ciudad.