Vollmer: apostamos por el inversionista local para apalancar nuestra estrategia
Antes de culminar con éxito la colocación de 1 millón de acciones clase B de Ron Santa Teresa en el mercado de valores venezolano, la primera oferta pública inicial en más de una década, Alberto Vollmer ha estado, de nuevo, en el centro de la polémica por haberse declarado «optimista» sobre el futuro de la economía venezolana.
Sin embargo, haber lanzando una oferta de acciones por un total de 6 millones de unidades, de las cuales se espera ofrecer una segunda serie en los próximos meses, no es una apuesta política, sino una decisión de negocio que puede resultar racional en un momento como el que vive el mercado de renta fija en Venezuela.
A pesar que el mercado local de rones cayó 40% en 2019, Ron Santa Teresa centra su estrategia en la conquista de una posición relevante, si no de liderazgo, en la categoría Súper Premiun, donde compite con su producto «1796», con el objetivo de crecer a escala internacional de manera sostenida.
Vollmer califica ese objetivo como «el propósito» medular de la empresa en los próximos años, y para ello se necesita mantener un flujo de inversión constante, sobre todo en bodegas y barriles para asegurar inventario de calidad, en función de exprimir toda la rentabilidad potencial del acuerdo de distribución internacional que la ronera nacional firmó con Bacardí.
De acuerdo con las estimaciones de la empresa, la oferta de acciones podría levantar entre 250.000 y 300.000 dólares en el mercado local, de un programa de inversión de aproximadamente 2 millones de dólares, pero el objetivo estratégico es contribuir con el impulso del mercado de valores como fuente sostenible de financiamiento, asumiendo su escasez de liquidez y profundidad.
– Las verdes y las maduras –
Cuando se le pregunta a Vollmer sobre por qué Ron Santa Teresa, una empresa familiar que tiene en el mercado de capitales 9% de su capital social, se monta en esta operación, la primera respuesta es que se buscó un mecanismo para que el personal de la empresa se convirtiera en socio de la organización, ahora que el acuerdo con Bacardí y una estrategia de mercadeo internacional muy bien trazada están dando resultados.
«Hace tres años firmamos un acuerdo de distribución internacional con Bacardí, y tenemos claro que durante los primeros años del acuerdo todo se reinvierte, pero cuando ese convenio genere utilidades queremos asegurarnos de que nuestros trabajadores se conviertan en accionistas y puedan tener una retribución justa. Tienen muchos años comiéndose las verdes y ahora queremos que también participen del éxito«, advierte Vollmer.
Por eso, el primer tramo de la colocación se hizo para accionistas minoritarios y trabajadores, quienes, incluso, recibieron apoyo financiero de la empresa para participar en la oferta pública inicial. El objetivo siguiente fue ampliar la base de inversionistas, especialmente en el mercado de particulares, sin excluir a ningún segmento.
«Todo el mundo sabe que hay un problema de liquidez y, al ser emisores, tenemos una fuente de fondos que podemos aprovechar. Justamente parte de lo que necesitamos invertir ahora es en Capex (bienes de capital), por un lado, y por el otro en capital de trabajo, para proceder a la ampliación de bodegas de añejamiento y adquisición de barriles, que son todos importados, porque son de roble estadounidense y francés», explica Vollmer.
El empresario apunta que el negocio del ron tiene un ciclo de largo plazo, por lo que las inversiones deben hacerse, por lo menos, con una perspectiva de cinco años.
«La tendencia de crecimiento ha sido sostenida en el mercado internacional; de hecho, en los últimos tres años hemos tenido crecimiento de doble dígito y en la categoría súper premiun hemos triplicado los volúmenes, habiendo duplicado los precios. El negocio del ron es a muy largo plazo y si no se añeja oportunamente no podrás aprovechar las oportunidades cuando los crecimientos se aceleren», recalca Vollmer. Y tal parece que este es uno de esos momentos.
La oferta pública inicial se colocó en su totalidad a un precio que la gerencia de Ron Santa Teresa considera adecuado, aunque Vollmer reconoce que, como se conocía de la operación desde octubre pasado, el mercado aguantó la demanda de acciones de la empresa para conseguir un mejor precio. «Colocamos al 95% del precio de la acción clase A», enfatiza.
En todo caso, lo llamativo de la operación fue el evidente interés que despertó en el mercado, incluso por encima de las expectativas, lo que puede ser el pistoletazo de salida para otras emisiones que se están cocinando.
– Creer en el mercado –
Por supuesto que Vollmer, también presidente del Consejo Nacional de Promoción de Inversiones (Conapri), insiste en que esta operación va en línea con el objetivo de consolidar el crecimiento del mercado de valores, como una iniciativa perdurable y válida de apalancamiento financiero para los negocios del país.
«Creemos en la capacidad de generar transparencia, inclusión y también crecimiento económico. Por eso creemos en la Bolsa de Valores. Lo fundamental es la transparencia para generar confianza, la confianza genera inversiones y posteriormente vienen más empleos y el empleo genera bienestar. Esa es una cadena virtuosa. Siempre tenemos que estar invirtiendo. Tenemos años hablando con otras empresas, con las autoridades, con las cámaras, de que el mercado de valores tiene que ser una fuente de generación de riqueza y valor. Una cosa son palabras y otras son hechos. Este es un hecho. Hace 12 años que no se hacía una oferta inicial de acciones en el mercado venezolano, desde 2008, y eso para nosotros es demostrar con hechos lo que venimos pregonando, esperamos que se genere una reacción importante«, apunta Vollmer.
La apuesta por el mercado local, con sus tradicionales limitaciones, apunta por dar una mayor transabilidad y presencia bursátil a la acción de Ron Santa Teresa, en un contexto en el que la empresa está abriéndose a una mayor competencia internacional en un mercado, donde -dice Vollmer- no hay un liderazgo amplio.
«El segmento súper premiun, cuando tú tomas todas las categorías de licores, la que sea, tiene una participación de entre 1% y 3%, hoy en día es lo que representa esa categoría; en ron es menos de 1%. La capacidad de crecer ahí es enorme e, incluso, uno podría tener el guáramo de pensar que podemos competir por ser el número uno. Para competir en esta industria necesitas tener un gran producto, que eso depende 100% de nosotros mismos, el posicionamiento que depende de entender bien a los consumidores globales y poder dar con una propuesta que sea diferente y relevante», explica.
Alberto Vollmer señala que la oferta pública diluye un poco el dividendo, pero no el voto, pues se trata de acciones clase B. «Para nosotros, tener más accionistas nos fortalece. Esa es mi opinión. Yo siempre he sido un firme defensor de los accionistas minoritarios«.
Vollmer deja claro que su trabajo es que el país crezca, a través de un red empresarial cada vez más robusta y para ello se requiere foco en las tareas que reclama la recuperación de la economía, en lugar de mantener un clima de confrontación.
Reconoce que hay un renovado espacio para que el mercado de valores, como punta de lanza, represente la emergencia de un modelo económico distinto, por lo que, en su opinión, hay que trabajar para que se concrete la recuperación, con todos los actores.
Creer siempre representa un riesgo. En todo caso, la estrategia internacional de Ron Santa Teresa deja claro que se trata de un riesgo calculado y diversificado. Después de todo, esta empresa, gestionada con rigor y eficiencia, lo ha visto pasar todo en este país y no solo permanece, sino que se prepara para llegar a un nuevo nivel de crecimiento.
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