La economía china es «más resistente y dinámica que nunca», afirmó el presidente Xi Jinping en su discurso de Año Nuevo y agregó que China «seguramente se reunificará».
El Jefe de Estado dijo en el canal estatal CCTV que la economía había «capeado la tormenta» y elogió la promoción del «desarrollo de alta calidad» y de industrias emergentes como los vehículos eléctricos, las baterías de litio y los paneles solares.
Hizo un llamado para «consolidar y mejorar» la recuperación económica en 2024 y para «lograr una estabilización económica a largo plazo».
«Algunas empresas se enfrentan a presiones en sus actividades y algunas personas experimentan dificultades en términos de empleo y condiciones de vida», reconoció.
«Nuestro objetivo es a la vez ambicioso y muy sencillo. Se trata simplemente de ayudar a la gente a vivir mejor», afirmó.
Lastrada por la costosa gestión de la crisis de covid-19, la segunda economía mundial apenas logró repuntar en 2023.
La tasa de desempleo juvenil bate récords, hay falta de confianza entre los consumidores y una persistente crisis de deuda en el sector inmobiliario han frenado el crecimiento. Además, las cifras de la actividad manufacturera cayeron por tercer mes consecutivo en diciembre, según datos oficiales.
En los últimos meses, China anunció una serie de medidas y una importante emisión de bonos soberanos para estimular el gasto en infraestructuras e impulsar la actividad económica, con resultados dispares hasta la fecha.
A pesar de algunos señales alentadoras, como el crecimiento del 4,9% del PIB en el tercer trimestre, mejor de lo previsto, se espera que Pekín tenga dificultades para alcanzar su objetivo de crecimiento anual, cercano al 5%, el más modesto en años.
Intercambio de saludos con Putin
A quince días de las elecciones presidenciales en Taiwán, el líder chino declaró también que China «seguramente se reunificará».
«Todos los chinos de ambas costas del estrecho de Taiwán deberían estar unidos por un objetivo común y compartir la gloria del rejuvenecimiento de la nación china», añadió Xi, en su discurso.
Durante una reunión a mediados de noviembre con el presidente estadounidense, Joe Biden, Xi Jinping ya juzgó «inevitable» la reunificación de Taiwán.
China considera a Taiwán como una provincia que todavía no ha conseguido unir al resto de su territorio desde que terminó la guerra civil, en 1949.
Pekín, que no ha renunciado a conquistar la isla por la fuerza, ejerce una fuerte presión militar y económica sobre Taiwán desde 2016, cuando llegó al poder Tsai Ing-wen, del Partido Democrático Progresista (PDP) que, según Pekín, se empeña en defender la independencia.
Para Taipéi, Pekín aumentó la presión militar en los últimos meses en torno a la isla, en vísperas de las elecciones del 13 de enero.
En el último día del año el mandatario intercambió saludos con su homólogo ruso, Vladimir Putin. «Las bases materiales y públicas de nuestra relación se han fortalecido», aseguró.
«Frente a cambios sin precedentes en un siglo y a una situación regional e internacional turbulenta, las relaciones entre China y Rusia han mantenido un desarrollo sano y estable y han progresado de forma constante en la dirección correcta», afirmó Xi.
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