#YoTePregunto | José Manuel Puente: Alza salarial elevará el déficit fiscal a 25% del PIB
El paquete de medidas económicas anunciado el 17 de agosto y al que se le han ido sumando otras en el camino, solo ha provocado más inflación y desabastecimiento, y parece estar lejos de los objetivos planteados por el gobierno: recuperar la economía.
“Si se implementa de la manera como se anunció se agudizarán los desequilibrios macroeconómicos que tenemos, aumentarán los niveles de inflación y de desabastecimiento, será un ciclo recesivo”, dice José Manuel Puente, economista y profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
El presidente Nicolás Maduro incrementó el salario mínimo de los trabajadores de una manera significativa nominalmente –equivale apenas a $30- colocando en aprietos a la empresa privada que tendrá que reducir nómina o en algunos casos bajar la santamaría.
Expropiaciones, expoliaciones, controles y regulaciones en materia cambiaria y de precios por 15 años consecutivos han causado estragos en el país, llevándolo a una contracción cercana a 48% del Producto Interno Bruto en los últimos cinco años.
Las empresas del sector privado pueden mejorar la remuneración de sus trabajadores cuando aumentan producción y venden más. Los aumentos salariales están correlacionados con la productividad de la economía, tanto de las empresas como del Estado, señala Puente.
La aplicación de un programa de ajustes es difícil y compleja y debe ir acompañada de una verdadera recuperación del salario y de un aumento del gasto social focalizado en 60% de la población.
Al preguntársele si mantendría el programa de distribución de alimentos racionados (CLAP), el también profesor invitado de la Universidad de Oxford, dijo que podría mejorarse, sin embargo, se decanta por subsidios directos condicionados al nivel de ingresos de las personas a beneficiar y no a una preferencia política.
—De acuerdo con sus cálculos ¿en cuánto se ubica el déficit fiscal?
—Se estimaba en 20% del PIB antes de las medidas económicas adoptadas por el gobierno.
—El programa de recuperación económica busca –entre otros aspectos- llevar el déficit fiscal a cero.
—Hay graves inconsistencias en las reformas propuestas. El gobierno habla de llevar el déficit a cero porque detrás de la hiperinflación está el desbalance fiscal. Te ves obligado a financiar de manera inorgánica ese déficit y uno de esa magnitud genera hiperinflación.
—Las señales del gobierno son contradictorias. Por un lado habla de reducir el déficit, y por el otro, anuncia un alza salarial de 5.900% y un elevado gasto en bonos a 10 millones de personas.
—Los anuncios son contradictorios y van a agravar el problema porque un incremento en el salario mínimo de esa envergadura sobre una base de 3,1 millones de trabajadores del sector público y los 90 días que asumirá el gobierno en el diferencial de empleados de la pequeña y mediana empresa privada, llevará el déficit al menos a 25% del PIB, aún con el alza de cuatro puntos al IVA y a 2% el ISLR a grandes contribuyentes.
La brecha fiscal se va a ampliar y el gobierno tendrá que hacer un mayor uso intensivo del dinero inorgánico y tendrá su impacto en la inflación.
—Tras darse a conocer las primeras medidas del plan de recuperación, todo parece haberse desbordado.
—El impacto ha sido evidente, el dólar paralelo se ha multiplicado por dos en dos semanas, ha habido un brote inflacionario y se ha agudizado el desabastecimiento. Los anaqueles de automercados, abastos y farmacias se han quedado vacíos. Más que estabilizar, estas medidas están desestabilizando la economía.
—El BCV sigue fijando las pautas del mercado cambiario con el mismo Dicom.
—El gobierno habla de llevar a cabo tres subastas semanales para luego alcanzar cinco, pero no tiene los dólares para hacerlo, las reservas internacionales están en los niveles más bajos en los últimos 21 años y espera que el sector privado lo alimente.
El tipo de cambio oficial establecido está muy por debajo del paralelo a pesar de la megadevaluación. Los agentes económicos no están dispuestos a venderlos en el mercado oficial mientras la brecha se mantenga. Eso no es viable.
—¿Cree que la reciente medida de la Sudeban de restringir las transferencias desde el exterior ayude a incrementar la disponibilidad de divisas del gobierno?
—Yo creo que no. Al generar controles automáticamente se generan mecanismos de mercado negro para hacer las transacciones que la gente tenga que hacer.
Mientras el gobierno no entienda que el valor de equilibrio de la tasa de cambio está correlacionado con la oferta y la demanda, ningún esquema cambiario va a tener éxito. Este esquema genera distorsiones en la asignación de dólares. Este control cambiario colapsó y hay que desmontarlo. El control de cambio es la camisa de fuerza que tiene la economía para control de la inflación y el abastecimiento.
—No es viable el plan de ajustes económicos propuesto.
—Un programa de estabilización tiene que ser de reformas integrales, la derogación de ilícitos cambiarios está en la dirección correcta, pero por sí sola no va a generar estabilidad en el mercado de cambio, recuperación y reducir la inflación.
Hay que conseguir ayuda financiera internacional para hacer viable el esquema cambiario e implementar un modelo como el de Perú o Chile, con un solo tiempo de cambio y nivel de reservas suficientemente altas. Una pata por sí sola no logra la estabilidad de la mesa.
Hay que romper mitos y dogmas. Se puede ir al Fondo Monetario Internacional e ir a una negociación con programa de reformas.
—Cualquiera que sea el programa de estabilización económica pasa por la recuperación de Pdvsa.
—El mal manejo de Pdvsa ha llevado a que Venezuela produzca 1,2 millones de barriles diarios, el nivel más bajo desde 1947. El corazón es Pdvsa y el drama que vive hace más difícil un programa de estabilización y reformas integrales. La recuperación de Pdvsa tardará al menos 15 años y permitiendo alianzas público-privadas. No tenemos capital ni tecnología y hay que usar al petróleo como colateral para la reconstrucción nacional.
—¿Qué se necesita para un efectivo plan de recuperación?
—Hay que buscar ayuda financiera internacional. Luego es necesario focalizar un programa de reducción de inflación intermensual, como el modelo chileno o el peruano, preservando tu moneda. Preferiblemente un plan como el de Henrique Cardoso con el Plan Real, hasta que converja con el resto de América Latina.
Se requiere poner en marcha un ajuste fiscal integral para la estabilidad macroeconómica. Para poder cerrar la brecha hay que lograr reducir el gasto píblico o incrementar los ingresos, o ambos.
Eliminar la mayoría de los controles de precios, dejándolos sobre alimentos y medicinas con una revisión trimestral para que se mantengan cercanos a la estructura de costos.
Hay que ir al desmontaje del control de cambio y buscar una tasa única competitiva y a una reinvención de la industria petrolera con acuerdos público-privados que permitan la obtención de recursos y tecnologías para recuperar la producción perdida.
En materia financiera urge iniciar una reestructuración o reperfilamiento de la deuda externa. Hay 90.000 millones de dólares en vencimiento hasta 2017 y no hay manera de honrarlos con los ingresos actuales del petróleo. El gobierno ya está en mora con 6.000 millones de dólares. Sin reestructuración se hace imposible recuperar la economía.
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