Zoom e Italcambio sostienen servicios digitales para minimizar la caída en envío de remesas
Dos de las casas de cambio autorizadas por el gobierno de Nicolás Maduro han promocionado sus canales digitales para la recepción y envío de remesas desde y hacia Venezuela como una estrategia para sostener sus operaciones, aunque con algunas limitaciones, en medio de la emergencia económica que desató la pandemia de coronavirus a escala mundial.
«Debido a la situación de emergencia, y con el objeto de que no tenga que moverse de su hogar, puede recibir su remesa directamente en su cuenta bancaria (a las 48 horas, 2 días hábiles)», reza un comunicado de Italcambio en su página que busca promocionar el canal de reclamo de remesas digital que ya tiene cerca de un año en funcionamiento.
Es decir, según un operador de la línea de atención al cliente de Italcambio (0501-48252-00), los receptores de remesas en Venezuela podrán reclamar el dinero con el número de referencia que le otorgue el proveedor de pagos internacionales, luego de registrarse en la plataforma online de la casa de cambio.
La recepción de la remesa será realizará a través de las cuentas bancarias venezolanas y en función de la tasa de cambio del Banco Central de Venezuela (BCV), la cual se ubicaba en 171.072,85, este lunes 27 de abril de 2020.
Por su parte, Zoom, la casa de Cambio y Agente Autorizado Western Unión Venezuela, solo ofrece la recepción de dinero hacia Venezuela para los clientes previamente registrados y activos. No se puede enviar dinero desde Venezuela, pues «el servicio de compra de divisas en Venezuela se encuentra suspendido».
Aunque el porcentaje de remesas que se reciben por las casas de cambio reconocidas por el gobierno venezolano sea menor al que se transa a través de agentes informales, estas medidas se observan como también como un factor para el aumento del precio en el servicio.
El Banco Mundial advierte que el costo promedio de envío de remesas en América Latina podría aumentar debido a que los costos se modificarán en función de las dificultades operativas que enfrentan los proveedores de estos servicios (cierre de agentes y de oficinas, acceso al dinero en efectivo, tipo de cambio, seguridad) y al cumplimiento de las normas contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo.
Según el organismo, el costo promedio de enviar USD 200 a la región fue de 5,97 % en el primer trimestre de 2020—.
Sin embargo, prevalece la necesidad: “Las medidas rápidas que facilitan el envío y la llegada de remesas pueden contribuir a brindar el apoyo que tanto necesitan los migrantes y sus familias. Entre ellas se incluye la de considerar los sistemas de remesas como servicios esenciales y hacerlos más accesibles a los migrantes”, afirmó Dilip Ratha, principal autor de la reseña y director de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD).
En el caso específico de Venezuela se prevé que, según estimaciones de la firma Ecoanalítica, la remesas en 2020 caigan a 2,400 millones de dólares, luego de haber alcanzado la considerable cifra de 3.500 millones de dólares en 2019, reportó Tal Cual, cifra que fue capaz de impactar en la dinamización de la economía interna.
Antes de que se presentara la emergencia sanitaria, Ecoanalítica preveía que el monto de remesas a venezolanos ascendería este año a al menos 4.000 millones de dólares.
Esta disminución, que se registra a escala mundial, tiene origen en la desaceleración económica mundial provocada por el brote de coronavirus, las medidas de cuarentena y en la baja en los precios del petróleo.
Y es que como afirma el Banco Mundial, «diversos estudios muestran que las remesas alivian la pobreza en los países de ingreso bajo y mediano, mejoran los resultados nutricionales, se asocian con un gasto más elevado en educación y reducen el trabajo infantil en los hogares desfavorecidos. Una caída en las remesas afecta la capacidad de las familias de gastar en esas áreas, debido a que deben destinar una proporción mayor de sus fondos a resolver la escasez de alimentos y las necesidades de subsistencia inmediatas». Especialmente en Venezuela, en donde el poder adquisitivo de la población es marginal respecto a sus necesidades reales y en donde la economía se ha dolarizado, prácticamente, en su totalidad.
Frente a esto, el Grupo Banco Mundial afirma estar trabajando para implementar apoyo a los países más necesitados de este flujo de dinero para mantener abiertos los canales de remesas «y resguardar el acceso de las comunidades más pobres a los medios que les permitan satisfacer esas necesidades más básicas”.
– Banco Mundial prevé que las remesas caerán cerca de un 20 % a nivel global en 2020-
Debido a que la emergencia provocada por el coronavirus ha impacto los flujos de trabajo de las empresas en todo el mundo, el ingreso de muchos migrantes se ha visto afectado y, por consiguiente, las remesas: según el Banco Mundial, se prevé que en 2020 las remesas caerán cerca de un 20 % a nivel global, como consecuencia de la crisis económica inducida por la pandemia de COVID-19 y el confinamiento. «Las remesas que se envían a los países de ingreso bajo y mediano caerán un 19,7 % hasta ubicarse en los USD 445 000 millones, lo que representa la pérdida de un flujo de financiamiento vital para muchos hogares vulnerables», informó el organismo.
El Banco Mundial ayuda a los Estados miembros a hacer el seguimiento de los flujos de remesas a través de diversos canales, así como de los costos y la comodidad del envío de dinero, y de las regulaciones dirigidas a proteger la integridad financiera que afectan los flujos de remesas. Trabaja con los países que integran el Grupo de los 20 (G-20) y con la comunidad internacional para reducir los costos de las remesas e incrementar la inclusión financiera de los pobres.
Se espera que los flujos de remesas se reduzcan en todas las regiones en las que trabaja el Grupo Banco Mundial: la caída más pronunciada se observará en Europa y Asia central (27,5 %), seguida de África al sur del Sahara (23,1 %), Asia meridional (22,1 %), Oriente Medio y Norte de África (19,6 %), América Latina y el Caribe (19,3 %) y Asia oriental y el Pacífico (13 %).
La llegada de remesas a América Latina y el Caribe creció el 7,4 % en 2019 y alcanzó los USD 96 000 millones, aunque el aumento fue dispar en los distintos países de la región. En Brasil, Guatemala y Honduras, fue superior al 12 % en 2019. En Colombia, Ecuador, Nicaragua y Panamá, las remesas crecieron más del 6 %, mientras que las enviadas a Bolivia y Paraguay se redujeron un 3,8 % y 2,2 % respectivamente. Se estima que, en 2020, la llegada de remesas a la región se reducirá un 19,3 %.
Esta fuerte caída prevista para 2020 se producirá después que las remesas a los países de ingreso bajo y mediano alcanzaron en 2019 la cifra récord de USD 554 000 millones, afirma el organismo. No obstante, se espera que en 2021 se registre una recuperación de la caída.
Con información del Grupo Banco Mundial.
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